La vida es siempre un misterio, es un don totalmente gratuito pero a la vez una tarea que se ha de aceptar con responsabilidad. Cada uno tiene una misión única dada por Dios que tenemos que desarrollar, desplegar a medida que vamos creciendo. Dios fue obrando y desplegando su misterio en Maín: María Mazzarello. Ella fue creciendo en el ceno de una familia en donde aprendió a desarrollar una piedad sólida, un trabajo infatigable y el llamativo sentido común y profundidad en el juicio que mostraría después en la vida
Pensemos por un instante en nuestra infancia, en nuestros padres, traigamos a la memoria alguna fotografía nuestra de recién nacidos, quienes nos abrazaban, como me abre sentido en las brazos de mamá
Pedimos por intersección de María Mazzarello por todos los jóvenes que no tienen hogares en donde sentirse protegidos y amados
No hay comentarios:
Publicar un comentario