Comenzamos un nuevo ciclo y con el se renuevan los sueños, las
esperanzas y sobre todo la vocación de educar evangelizando y evangelizar
educando.
Este año el aguinaldo del Rector Mayor nos impulsa a
profundizar y actualizar en el Sistema Preventivo en fidelidad al carisma,
poniendo el acento en la “alegría” que solo emana de un corazón que ama mucho
al Señor, es un don que surge naturalmente del encuentro personal con Cristo y
la Fe en El.
Como Iglesia nos preparamos además para vivir
el misterio central de la fe cristiana: la pasión, muerte y
resurrección de Jesús; la Cuaresma como un tiempo propicio para la
conversión, para buscar a Dios con más ahínco y abrirle
el corazón, por eso el ayuno, la limosna,
y la oración nos van a ayudar a examinarnos interiormente,
pero no con nuestra mirada, sino con la de Cristo.
“Querida
comunidad transitemos este año viviendo al estilo de Jesús apasionados por
comunicar la verdad, con fervor, audacia y empeño “
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